domingo, 11 de abril de 2010

TERROR EN EL PANTEON

En una zona de Cañete se hallaba un narcotraficante con su hija única, pero a su hija, un brujo le hizo daño por negocio y eso lo obligó a ir a la capital con ella.

Al llegar a la capital el narcotraficante internó a su hija en un hospital, sus amigos le recomendaron que por los lugares de Huachipa encontraron a Santana un macabro guardián del cementerio El Carmen.

Después de unos días de búsqueda logra hallarlo. El narcotraficante le explicó sobre su hija; Santana le sugirió que debía tomar de una bruja su sangre y le mencionó sobre Cristina, una bruja que a la semana muere por unos 3 días con posiones pero en realidad son drogas y al día siguiente revive. Al iniciar la semana , el narcotraficante y Santana se pusieron de acuerdo para buscarla en el cementerio a las 12:00 p.m. Al llegar al cementerio este era un lugar desolado... con lluvia, intensa neblina y perros que aullaban , encontraron a Cristina en una tumba abierta con un poncho y sombrero tomaron un poco de sangre y lo llevaron al hospital.

Llegaron al hospital y estuvo sorprendido que su hija se recuperara. El narcotraficante después fue a la morgue pues quería saber de qué murió la bruja. El doctor leyó los exámenes, en ella figuraba que sufría de catalépsia. Al enterarse de la noticia regresó al hospital para informarle de la enfermedad de la bruja, pero por alguna extraña razón que no se entiende llegaron en el momento en que los médicos finalizaron la autopsia de la hija del narcotraficante.

Rolando Berrospi. 5° A